Toda obra de arte responde a la necesidad de su creador de expresar sentimientos y, con la intención de despertar emociones en nuestro interior.
Por ello, debe ser mirada con el afán de ver más allá de lo evidente:
– ¿Qué quiso que viésemos el autor?
– ¿Qué veo yo?
Es un viaje onírico en tributo a la imaginación, hacia la libertad…